jueves, 29 de diciembre de 2011

GRACIAS

Pedir es un acto que mucha gente realiza cotidianamente; la gente pide y suplica por aquello que quiere, que necesita o desea; pedir es un acto común que se aprende y se enseña desde muy temprana edad en la familia, la religión, con los amigos y en los medios; todos ellos son los encargados de que enseñar a pedir. Se le pide a los padres, a Dios, al gobierno, se pide en la escuela, en las calles y en casi todos los lugares y circunstancias.

Sin embargo, la aparente contraparte de pedir, el agradecer, pertenece a una dimensión diferente; parecería irónico que amabas situaciones, pedir y agradecer, no estén del todo conectadas, al menos en esta sociedad. En este punto no quisiera generalizar, porque sé que existen personas que, en efecto, agradecen después de haber pedido, sin embargo, por lo que me ha tocado ver, esta situación es escasa.

Porqué escribir un artículo que hable sobre el agradecimiento, bueno, porque en primer lugar he aprendido algunas cosas en la última parte de este año que tienen origen precisamente con la gratitud y en segundo lugar, me parece sensato compartir aquello que, por lo menos en lo que he vivido, ha sido benéfico; además de que puede ser de ayuda para alguna persona que muestre interés o simple curiosidad en el asunto.

Retomando la idea de que pedir es simple y no implica mayor esfuerzo, la gratitud es diferente, porque dar las gracias implica, asombrosamente, un esfuerzo, por distintas circunstancias, que son complicadas de analizar en un sólo artículo, pero entre ellas puede encontrarse la vergüenza, la falta de costumbre o la creencia de no merecer las cosas que se obtienen; no obstante, pocas veces se agradece por aquello que se tiene, se hace o se recibe, excepto claro, por las cosas que son de agrado o que generan algún beneficio. Justo aquí es donde comienza la parte interesante, porque agradecer por aquello que es agradable o benéfico no presenta complicación alguna.

Mi experiencia se basa en la simple y sencilla expresión de la gratitud por la vida, es decir, dar las gracias por lo que tienes, por lo que no tienes, por quien eres, por quien no eres, por lo que crees y por lo que aun no crees. Agradecer cada situación y experiencia que vives, aun si estas situaciones  son desagradables, tristes, complicadas, injustas o intolerables.

Somos, en gran medida, los protagonistas y responsables de nuestras vidas, de lo que nos sucede, de lo que perdemos o encontramos, de lo que hacemos o dejamos de hacer. Culpar a otros de nuestras desgracias es simple y en ocasiones hasta tranquilizador, pero asumir la responsabilidad de nuestra vida es algo que no se ve muy a menudo.

Eres tu el que vive la vida y en ese sentido, agradecer por la experiencia que estás viviendo no me parece, al menos desde mi perspectiva, algo forzado o difícil de hacer ¿Por qué no agradecer por ello?

Independientemente de las creencias que tengas, es tu vida y son tus circunstancias las que experimentas a diario; agradecer el simple hecho de estar vivo, de tener o no capacidades, actitudes, logros y fracasos, de tener posesiones y tener carencias.

No es una formula milagrosa, no es un secreto, es una actitud y quiero compartirla contigo, no es una garantía la que te ofrezco ni una fórmula, es mi vivencia y por esta he aprendido demaciadas cosas; agradecer antes que pedir me ha permitido aceptar muchas cosas con las cuales había estado peleado y me ha permitido aprender de errores y fallas.

Al final tú eliges el camino que quieras darle a tu vida y la actitud con la que la quieres vivir; yo elijo iniciar y terminar mi día con un “Gracias”, mi oración, mi mantra, mi saludo y mi despedida.

Te agradezco por haberme leído en este año; quiero que encuentres aquello que estas buscando, que logres aquello que anhelas y que dejes aquello que te daña.

“Gracias a Dios y a la vida por darme justo lo que necesito, no más y no menos, por estar en este mundo y aprender lo que tenga que aprender.

Gracias  a mi familia, por estar justo en el momento y en el lugar que tienen que estar, por apoyarme y no empujarme, por quererme y no asfixiarme, por estar a mi lado y no invadirme, por cuidarme y no sobreprotegerme,  por amarme y aceptarme”



GRACIAS

lunes, 4 de julio de 2011

LA INDIFERENCIA VISTE DE BLANCO

Un tema recurrente en toda sociedad es el sistema de salud, y México no es la excepción. La gente habla, especula y se queja del servicio de salud cada vez que tiene la oportunidad de hacerlo, o cada vez que tiene la necesidad de acudir a este lugar.

Existen tantas quejas y comentarios como personas que han solicitado los “servicios” que ofrece el sistema de salud. Dentro de las quejas más frecuentes están, la calidad del servicio, la eficiencia, el equipo, las instalaciones, los medicamentos, el trato que tienen las personas que “trabajan” con los enfermos, entre muchas otras quejas.

Justo en este último punto, el trato personal, es donde quiero focalizarme. Recientemente parte de mi familia ha tenido el infortunio de acudir a un centro de salud, y como era de esperarse, el trato personal no fue de lo más agradable.

Existe un matiz de deshumanización por parte de la gente que labora en esas instalaciones, llámese, médicos, enfermeras, y personal administrativo. Cabe aclarar que no es una totalidad porque en efecto existe, todavía, gente que si trabaja en realidad, sin embargo es una significativa mayoría de la gente que no trabaja como debiera.

La experiencia del paciente es particularmente desagradable, ya sea por alguna enfermedad, por alguna lesión, una intervención quirúrgica, u otra circunstancia; el paciente se encuentra totalmente vulnerable ante tal situación.

Los familiares no son la excepción, ellos viven la angustia, la desesperación, el dolor, la impotencia y el coraje de no poder hacer algo por la persona que sufre, por su familiar o amigo, ¿Qué pueden hacer entonces? Encomendarse a las personas que tienen la capacidad para sanar al enfermo.

Cuando hablo de encomendarse a ellos, me refiero a entregar una confianza forzada; entregarse a ellos, dejó de ser un acto de confianza y seguridad, a ser un acto de incredulidad. La gente quisiera confiar en los médicos o las enfermeras, depositar en ellos algo tan valioso como la vida de un familiar, sin embargo experiencias previas indican que quizá no es lo mejor, pero es la única opción.

Imagino la sensación de poder que tienen estos médicos y enfermeras; un poder sobre otro ser humano que no puede hacer nada; un poder sobre el que está enfermo. Que tentación tan grande será poder manipular y decidir de manera egoísta a estos mal llamados “profesionales de la salud” sobre los sometidos familiares y pacientes.

Estar en un centro de salud implica entregar la dignidad, la libertad de elegir lo que resta de humanidad, en manos de gente prepotente, egoísta, indiferente e inhumana.

Enfermar ya no sólo implica encontrarse en una situación que impide realizar cualquier actividad cotidiana con normalidad, también implica sentir miedo a tener que acudir a una clínica de salud y someterse a estos individuos carentes de humanidad y rebozados de despotismo.

No es lo que tienen estos lugares o las personas que ahí laboran, sino de lo que carecen lo que es importante: empatía.

La empatía es ese extraño sentimiento, y quizá en esta sociedad contemporánea,  hasta casi extinto, lo que nos hace humanos; la empatía es esa sensación de tratar de entender y vivenciar, desde uno mismo, como es mi semejante; comprender la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra la gente que vive una situación de enfermedad, tanto para el enfermo como para sus familiares y amigos.

Tratar de sentir el sufrimiento, la desesperanza, el dolor y quizá hasta la agonía del prójimo es lo que humaniza; ni siquiera los animales pueden evitar sentir dolor o sufrimiento, hasta ellos se ocupan de los suyos en su plano existencial.

La diferencia y la clave, radica en la empatía, lo que convierte al ser humano, en humano y no en algo diferente. El panorama anterior parte de un centro de salud, donde se esperaría existiera más que en otros lugares la humanidad, sin embargo, no es así, también esta indiferencia se encuentra, desafortunadamente, en otras instituciones sociales, como la familia, la educación, la economía, la iglesia entre otros; la indiferencia es un fenómeno que cada día crece con mayor rapidez y es tarea de algunos pocos re-humanizar, una tarea titánica a la que pocos nos enfrentamos, pero es lo que toca hacer si se quiere vivir; el filósofo Nietzsche propondría que cada vez fuéramos más humanos, demasiado humanos.  

“En memoria de Germán Seelbach Mayoral (1932-2011) descanse en Paz”

miércoles, 15 de junio de 2011

TRES PESOS

Durante mucho tiempo, en general gran parte de mi vida, me he trasladado a muchos lugares a los que por alguna razón necesito acudir, escuela, trabajo, diversiones, o de visita; me traslado por transporte público, en específico, en el metro.

Viajar por metro ha generado en mí una innumerable cantidad de experiencias, he conocido toda clase de personas y personajes, visto un sin número de situaciones y experimentado una fluctuante cantidad de emociones.

A decir verdad me resulta muy interesante viajar por el metro debido a esta emocionante expectativa de incertidumbre, es imposible predecir lo que veré cada vez que utilizo este trasporte y lo mejor de todo es el precio, tres pesos, un costo demasiado barato en relación a la experiencia. Quizá la cualidad más interesante y al mismo tiempo triste de esta experiencia, es lo que ocurre cada vez con más frecuencia en el metro, pero antes de llegar a eso haré un paréntesis.

El número de habitantes en la ciudad de México es cada vez mayor, la tasa poblacional se encuentra en un situación de crecimiento abrumadora, esto a su vez genera que el transporte tenga una demanda cada vez más constante de capacidad de traslado así como de interconexión entre las distintas partes de la cuidad y el área metropolitana.

El metro es el medio de transporte por excelencia del grueso de la población mexicana, la gente se traslada de un lado a otro de la cuidad; a primera hora del día la cantidad de habitantes que utilizan el metro es abrumadora y en mi experiencia hasta asfixiante. Desde el comienzo del día hasta su culminación el metro transporta miles de millones de habitantes a casi todos los puntos de la ciudad.

Ahora sí, ¿Cuál es esta cualidad interesante y triste que tiene el metro en relación con los habitantes? La respuesta es la indiferencia cotidiana en la gente; pareciera que la gente se evita con más frecuencia, deja de verse, se “relacionan” como si no se necesitaran. Esto, me parece, no es exclusivo del transporte, del metro en este caso, pareciera que la sociedad en general vive una experiencia de indiferencia social, siendo el ser humano un ser aparentemente social, resulta irónico que en esta era de avances tecnológicos masivos, de nuevas formas de comunicarnos a distancia, donde, supuestamente, las distancias geográficas se han reducido por la telecomunicación, el internet y sus contemporáneas redes sociales, la creciente demanda en telefonía celular y la constante aplicación de redes de transporte, el ser humano se aísla cada vez mas de sus semejantes.

La convivencia cotidiana se ha vuelto más una obligación que una necesidad; y ¿Por qué utilizo el metro como ejemplo? Por tres razones, dado que el metro es lo que más utiliza el grueso de la gente en cuanto a transporte, porque he experimentado esta indiferencia y porque en el metro se puede observar toda clase de gente, personas que parecen tener buenos recursos económicos, personas en extremo carentes de dinero, adultos, jóvenes, niños, adultos mayores, hombres, mujeres, todo tipo de estilos de vestimenta, accesorios, gustos, todo tipo de ocupaciones, preferencias variadas, en general, un mosaico de personalidades estratos sociales que se encuentran reunidas y convergen en un sólo espacio: “la sociedad entera en un vagón”

Todo tipo de personas reunidas en un vagón de metro, todos reunidos en una cierta hora del día -de preferencia en una hora pico- todos, apretados, unidos quizá por un destino en común, estrechamente amalgamados y, ni una sola palabra, ni una sola mirada. Lo que se vive ahí es una experiencia de indiferencia, una absurda soledad estando rodeado de personas, donde a nadie le interesa nadie, donde el foco de atención es ese anuncio, pegado casi en el techo del vagón, un anuncio que hace mas de cinco estaciones han venido viendo y, aun cuando ya saben de qué trata, e incluso conocen de memoria, lo siguen observando, todo menos cruzar una mirada, todo menos involucrarse con el otro.

Eso es lo interesante y a su vez, lo triste, estar en una situación común y ser indiferente para y con el otro; al parecer la sociedad está viviendo esta experiencia de indiferencia de manera cotidiana, indiferencia que se vive día con día cada vez que utiliza el metro para llegar a su trabajo y a su casa. Me doy cuenta, ahora, por que vivir esta triste experiencia vale sólo tres pesos.


miércoles, 8 de junio de 2011

ASUNTOS INCONCLUSOS

Un asunto inconcluso, como es conocido en Gestalt, son aquellos contenidos en los cuales quedó pendiente algo, por ejemplo, una despedida, algo no dicho a alguien o, incluso, una necesidad aplazada. Existen otro tipo de estados, llamados situaciones inconclusas, y son aquellas cosas en las cuales, voluntariamente, se han dejado de hacer cosas, ya sea por falta de interés, por miedo, comodidad o apatía. Ambos, tanto situaciones inconclusas como asuntos inconclusos, pertenecen a lo que la psicoterapia Gestalt antigua conoce como “Los tres Demonios” dentro de los cuales pertenecen los introyectos y las experiencias obsoletas, en este artículo tomaré como similares los asuntos y las situaciones inconclusas.

Me refiero con psicoterapia Gestalt antigua al estilo de psicoterapia Gestalt que trabaja desde una visión intrapsiquica, es decir, una mirada donde el foco de atención se encuentra en el paciente la mayor parte del tiempo, ¿Por qué es antigua esta visión? debido a que la psicoterapia partió en inicio con esta mirada, y me refiero a la psicoterapia desde todas sus disciplinas como el psicoanálisis, sistémica, o conductismo; teniendo al paciente como prioridad, como su esencial foco de atención, ya sea trabajando con asuntos relacionados a su pasado, resistencias, patologías, conductas, formas de relacionarse, entre otras, la psicoterapia ha centrado su atención en el paciente exclusivamente.

La Gestalt, inicialmente, partió desde esta visión intrapsiquica, sin embargo, también tiene otra visión que hace de la Gestalt una psicoterapia revolucionaria, una visión de campo. El concepto campo-individuo-entorno, pertenece a una época postmoderna, donde el individuo y el entorno están relacionados, no existe nada que no tenga una influencia directa con su medio y que este medio a su vez, no sea influenciado directamente por los individuos en el.

Esta perspectiva –la perspectiva de campo- es lo que en esencia es Gestalt, partiendo incluso desde el origen de la palabra y como se le proporcionó este nombre a esta psicoterapia. Gestalt es una palabra de origen alemán que no tiene una traducción directa al español, sin embargo puede llegar a entenderse como configuración, forma, estructura, o una entidad completa y total. La psicoterapia Gestalt heredo el nombre de la psicología de la Gestalt, esta estudia los fenómenos de percepción, dice que los seres humanos percibimos el mundo como una totalidad, no como parcialidades o fragmentos, esta totalidad está ligada a significados. Configuramos la realidad en la medida que le damos un significado, teniendo en cuenta, posteriormente, que nosotros participamos en la configuración de esta realidad, somos influenciados e influimos en la realidad.

Sin lo anterior no podemos entender que son, o no son, los asuntos inconclusos; la gente ha pensado y creído en los asuntos inconclusos durante mucho tiempo, y las personas que se dedican a la psicoterapia Gestalt, desde una perspectiva intrapsiquica, lo han creído, incluso, como una parte importante dentro de su trabajo terapéutico.

Sin embargo el análisis que hago ahora sobre los asuntos inconclusos, es que, en realidad, no existen, son la ilusión de una realidad que no se quiere vivenciar; creer que existen cosas que han quedado pendientes y que nuestra salud mental está relacionada a eso que sucedió en el pasado, “allá y entonces” implica creer que venimos “arrastrando” algo que no se concluyó, algo que, de alguna forma, quedo “abierto”.

¿Por qué no existen los asuntos inconclusos? me remito a la postura postmoderna de la Gestalt, donde el concepto de campo-individuo-entorno es medular para la psicoterapia; éste concepto de campo tiene cinco principios, en los cuales uno de ellos, implica la contemporaneidad, que significa que todos los campos son presentes. Ni pasado, ni futuro existen, el pasado fue y dejó de existir, y el futuro que aun no llega y por lo tanto tampoco existe; en ese caso el único tiempo disponible es la realidad presente e inmediata, recordamos el pasado o prevemos el futuro ahora.

Como es posible hablar de Gestalt, que significa esencialmente estructura, o entidad completa, cuando hablamos de algo inconcluso ¿no es incongruente hablar de una “Gestalt inconclusa”? lo paradójico es hablar de algo completo/incompleto.

Esto implica que los asuntos del pasado, que al parecer, “no tuvieron una conclusión” de hecho la tuvieron, concluyeron de alguna u otra forma; aunque no de la forma que esperábamos o queríamos que concluyeran.

Ahora bien ¿Qué ocurre entonces con aquellas experiencias que creemos inconclusas, aquellas que traemos a la memoria y a nuestra vida cotidiana? Fueron experiencias que tuvieron su inicio y su final, un final no esperado por nosotros, un final inadecuado a nuestras expectativas, pero que de alguna forma u otra concluyó. Son experiencias que constantemente intentamos cerrar o concluir de la forma que nos hubiera gustado, de la forma más agradable como por ejemplo, los rompimientos amorosos, las pérdidas, lo que llegamos a callar, o llegamos a expresar sin haber querido, entre muchas otras experiencias más, fueron situaciones que intentamos dar un “final feliz” dentro de nuestras mentes, sin saber o darnos cuenta que ya han concluido y pertenecen a un pasado inmutable.

¿Cómo concluir algo que ya no existe? ¿Qué es lo que en realidad angustia al paciente de ese pasado? ¿Será la incapacidad de hacer algo por eso que ahora es inexistente? Fritz Perls -el padre de la Psicoterapia Gestalt- da una connotación a estos mal llamados asuntos inconclusos, él los llama asuntos irracionalizados, situaciones que sólo en el presente el paciente puede encontrar sentido e implica concientizar al paciente de que eso, que ocurrió “allá y entonces”, en un pasado remoto e inexistente, finalizó; la labor terapéutica consiste en centrarlo en la experiencia presente, siendo el mismo terapeuta un instrumento de actualización con el paciente.

La inclusión del terapeuta como parte del campo del paciente es lo revolucionario en la psicoterapia Gestalt, antes, -y en ocasiones ahora- el terapeuta induce una secuencia de imágenes o fantasías guiadas, del asunto inconcluso pasado, dirigiendo al paciente a cerrar o concluir aquel asunto, trayendo al consultorio, de manera imaginaria, por ejemplo a personas con las cuales no se pudo despedir o personar fallecidas, con el fin de hablar con ellas, o mencionar algo de lo que al paciente le hubiera gustado decir en ese momento.

Personalmente difiero de esa forma de trabajo, porque  en mi opinión, el paciente imagina como es que hubiera cerrado un asunto pasado de la manera que más le hubiera gustado; sin embargo racionalizar de manera presente lo que ocurrió en realidad, implica aceptar que el pasado es inmutable e imposible de cambiar, que la oportunidad de cambio esta solamente disponible en el presente.

Cuando el terapeuta, por ejemplo, le menciona al paciente la distancia que siente con respecto a su paciente cada vez que este ultimo habla de aquello que fue, propone una forma de ajustar la realidad, explicitando al paciente que aquello que trae del pasado es una forma de evitar vivir el presente, o quizá una forma de victimización por aquello que le ocurrió. Son tantas las formas con las cuales utilizamos el pasado para evitar el presente, que en psicoterapia la labor del terapeuta es incluirse como esa realidad que el paciente, y la gente en general pretenden evitar.

jueves, 2 de junio de 2011

EL ARQUETIPO TERAPÉUTICO

La palabra arquetipo deriva del griego αρχη, arjé, "fuente", "principio" u "origen", y τυπος, typos, "impresión" o "modelo"; es el patrón ejemplar del cual otros objetos, ideas o conceptos se derivan. Un arquetipo es un símbolo que ha existido, y existe, en la humanidad desde sus orígenes, se refiere a conceptos como, la figura materna, los héroes, la muerte, los rituales, la fertilidad, el mesías, los líderes, el nacimiento, entre muchos otros más. Todos los arquetipos son abstracciones, prototipos que ayudan a comprender conceptos que han existido en la humanidad por siempre. La mitología griega es el ejemplo perfecto para ilustrar un arquetipo; la psicoterapia no es la excepción, posee su propio arquetipo y para ello, a manera de ejemplo, está el mito de Quirón:

“Quirón es el primer centauro, nacido mitad humano y mitad caballo y por su naturaleza animal,  su madre, espantada, ruega a los dioses que la liberen de la carga de criar a este niño. En respuesta los dioses se llevan a Quirón para educarlo; llega a ser prudente y sabio, conocedor de la música y de las estrellas, posee los dotes de un chamán, se vuelve hábil en las artes curativas y en el uso de las plantas medicinales; también era maestro en las artes de la guerra, enseñaba a sus alumnos, los actos de heroísmo al servicio de su patria, inculcaba estos valores éticos y culturales.

En un día de descanso, mientras Quirón bebía, Hércules lo hiere accidentalmente en la rodilla con una flecha envenenada con el veneno de la Hidra, que le produce una herida incurable, incluso para sus dotes y conocimientos. Los dioses en premio a su conducta ejemplar, por perdonar a Hércules, le conceden el don de la inmortalidad, Quirón se encuentra entonces frente a la paradoja de no poder sanar ni morir.

Quirón ofrece liberar del inframundo a Prometeo, quién estaba condenado por haber robado el fuego de los dioses y habérselo entregado a los hombres, a cambio de poder morir, para dejar de sufrir el intenso dolor y lograr el indulto de Prometeo. El sacrificio de su inmortalidad lo libera de su intenso dolor, enseñando así a integrar la muerte como parte de la vida.”

En definitiva, Quirón nos enseña a abrazar nuestras heridas y aprender de ellas, acrecentar nuestras capacidades, conocer la compasión y sabiduría para poder ayudar a nuestros semejantes. Su labor es mostrarnos donde estamos bloqueados, dónde nos sentimos heridos, que logramos hacer para los demás y para nosotros mismos; descubrir las herramientas para equilibrar nuestra vida racional con nuestro lado más instintivo. Quirón es sólo un símbolo del complejo arquetipo al que pertenecemos los psicoterapeutas, “El sanador herido”, somos los herederos del linaje de sanadores que han existido a lo largo de la historia.

Otro ejemplo son los chamanes, la forma original de la palabra, viene del sánscrito “shramana”  que significa, discípulo de Buda; los chamanes son otra muestra de este símbolo, ellos, con sus conocimientos en la naturaleza humana y la espiritualidad, tenían un lugar especial en las tribus, eran el vínculo entre lo terrenal y lo divino, a través de ellos los dioses se comunicaban con los hombres, eran los protagonistas de los rituales para las cosechas, la fertilidad, la guerra y las fiestas y enseñaban al hombre a convivir con la naturaleza.

No existe cultura que no haya poseído una figura arquetípica como el chaman, el brujo, el curandero, o el sanador, pero con el paso del tiempo, este icono de la humanidad se ha transformado, ahora son los médicos, los sacerdotes, los psicólogos y los psicoterapeutas quienes heredaron el simbolismo, son actualmente los representantes de estos antiguos sanadores.

Ahora, la psicoterapia se ha considerado, en el mejor de los casos, una profesión que intenta ayudar a las personas a encontrar algo perdido en sus vidas, a curar algo que se cree que está enfermo, descubrir algo que se creía olvidado, o recibir algún consejo que les sea útil en sus vidas; otros, en cambio, consideran que la psicoterapia es más un arte que una profesión, porque tarda tiempo en aprenderse, he incluso, hasta se nace con el don; sin embargo, también se ha creído que es una práctica sin fundamento, sin sentido, e incluso hasta esotérica.

Reformular el paradigma de la psicoterapia, es una tarea compleja, no sólo es cuestión de conocer teorías y metodologías, también es conocer el sentido que ha tenido a lo largo del tiempo, conocer el papel que desempeña el psicoterapeuta y el psicólogo en la sociedad, un sentido, que hasta ahora, se ha perdido. Saber la naturaleza el arquetipo terapéutico es, en parte, conocer el simbolismo que tiene el terapeuta en la sociedad, así como dignificar esta profesión.

La idea que se tiene de la psicoterapia, dista mucho del prototipo original, ahora, existen muchas personas que consideran a la psicoterapia como una pérdida de tiempo, quien acude a terapia lo hace en un acto de desesperación, o para reinsertarse en una sociedad “cuerda”; el psicoterapeuta dejo de ser una figura importante en la sociedad, para convertirse, en un recurso de emergencia.

Hasta ahora el panorama es triste, sin embargo, es conveniente hacerlo evidente, porque, más triste aún, es saber que gran parte de la gente que ha contribuido a generar esta imagen distorsionada del psicólogo o del psicoterapeuta, son los mismos mal llamados psicólogos o psicoterapeutas. Me refiero a los mediocres, pseudo-profesionales que se auto nombran psicoterapeutas o a los que por tener un titulo, creen llamarse psicólogos. Gracias a las ineptas prácticas que han venido realizado, a las heridas que han provocado en las vidas de las personas, a la falta de ética, al carente compromiso profesional y a la falta de pasión, el arquetipo del sanador está casi perdido; gracias a este tipo de individuos, la gente ha dejado de confiar en la labor terapéutica.

El mundo actual, está enfrentando cambios importantes, crisis intempestivas, y es ahora donde debemos surgir, renacer, incorporarnos como esos antiguos sanadores que enseñaban a la humanidad en dónde estamos bloqueados, dónde nos sentimos heridos y también, qué es aquello que logramos hacer para los demás y para nosotros, como Quirón que enseñaba a sus alumnos la importancia del heroísmo y el honor hacia su patria, como los chamanes que mostraban el vínculo del hombre con la naturaleza, como los curanderos que, aparte de sanar el cuerpo, sanaban él alma; es ahora donde tenemos que dignificar nuestro arte, nuestra profesión; volver a mostrarnos, como aquellos conocedores, como aquellos guías y acompañantes, que mostraban el camino del futuro de la humanidad.




lunes, 23 de mayo de 2011

AFORISMOS

Este artículo es la recopilación de un año de frases y pensamientos que he publicado desde Mayo de 2010 a Mayo de 2011 en la famosa red social Facebook. El orden de estos aforismos es cronológico, es decir, inicia desde el más antiguo hasta el más contemporáneo. Espero estas ideas les sean de ayuda en algún momento de sus vidas, ideas que los pueden criticar, orientarlos, conmoverlos o simplemente intrigarlos.

Es una pequeña antología de las frases más populares, vistas, agradables, sarcásticas, acidas, duras, y en ocasiones hasta sabias. Son ideas nacidas de inspiraciones momentáneas, ideas que han surgido en momentos fuertemente emocionales, ideas elaboradas con alguna intención particular, ideas que me han ayudado a ejemplificar algunas clases e incluso ideas muy particulares que me brindan un significado de vida. Son aforismos que, de manera funcional o disfuncional, me han formado de manera intelectual, profesional y espiritualmente; basta de introducción, aquí las tienen:

"Concebir frases originales y verdaderas, supone la transferencia de los sentidos, al conocimiento abstracto"

"Estamos más enamorados del deseo que de lo deseado"

"Para que algo permanezca en la memoria se lo graba a fuego; sólo lo que no cesa de doler permanece en la memoria"

“El espíritu intelectual elevado e independiente y el deseo de estar a solas pasan a ser considerados como un peligro para la sociedad"

‎"El neurótico es quien hace lo mismo siempre esperando resultados diferentes"

"Todos quieren sentirse libres... yo sólo ayudo a que eso pase"

"Me parece que la gente vive más angustiada de sus fantasías neuróticas que en la misma realidad"

"Porqué la gente le tiene tanto miedo a la muerte... si jamás la ha experimentado en carne propia"

"Fe significa no querer saber la verdad"....y si la verdad te hará libre...cuanta gente se ha colgado a si misma las cadenas de la esclavitud”

"Despreocupado, sarcástico y solitario... ¿será así como me quiere la sabiduría?"

"Dejemos de ser una sociedad consumidora de conocimiento...y empecemos a generarlo"

"Los psicólogos han dado diferentes interpretaciones de la realidad; de lo que se trata ahora es de cambiarla"

"La base de toda sabiduría es la congruencia"

"La sabiduría es un don, no de quien la sabe, sino de quien la cultiva"

"Aquel que tiene un -Porqué- para vivir se puede enfrentar a todos los -Cómos-".

"Podemos vivir con dignidad, pero jamás morir con ella; podemos vivir con honor, pero jamás morir con el"

"No existen fenómenos morales, sino interpretaciones morales de los fenómenos"

‎"Qué bueno que desde hace tiempo no culpo a Dios por la injusticia y la porquería que ocurre en nuestros tiempos; ahora sé que el culpable de todo es el hombre; y sin Dios como participante, maldigo a los hombres que convierten a este mundo en un despreciable lugar para vivir"

"Creativo y vulnerable, así es el hombre; cuando ambas características se unen resultan cosas como la guerra, o Dios"

"El hombre confía más en la gracia divina extraña, que en el mérito propio"

"No existe en la naturaleza ninguna otra criatura más vacía y repugnante que el humano, inhumano"

¿Será que el hombre es un desacierto de Dios; o es Dios un desacierto del hombre?

"Es deplorable ver al ser humano común y corriente, y como éste es vivido por su vida, nace, crece, se reproduce y muere. Y sólo unos cuantos tratamos de vivir la vida trascendiendo en ella"

"El poder ilimitado de la minoría, es especialmente peligroso cuando va acompañado de mediocridad y estupidez"

"Un psicoanalista para analizar algo diría – ¿Qué hay detrás de la situación?- un Gestaltista diría -¿Qué hay en la situación?- ¿Queda clara la metodología de la Gestalt?

‎"Los hombres no son malos, sino ignorantes" Sócrates; "Los hombres no son malos, sino idiotas" Germán Seelbach

"Tengo muchas cosas que contar y hacer...y muchas otras que ya olvide"

"Creo que mi vida empezó el día que empecé a elegir mis propias cadenas, el día que deje de decir que sí, mi vida empezó el día que quise crecer"

"Lo que no te mata te hace más fuerte.............la psicoterapia"

"Ni pasado ni futuro existen, sólo existe el día de hoy, el aquí y ahora para después....sólo te quiero pedir algo.....no lo eches a perder"

‎"Que fácil es vivir con los ojos cerrados dependiendo siempre del otro para que guíe el camino, o peor aún, arrastrarse por el suelo para no caer....qué fácil es vivir con los ojos cerrados"

"La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto se aburren"

"La soledad es la suerte de todos los espíritus excelentes"

"La gente común sólo piensa en pasar el tiempo, los ignorantes lo desperdician y el genio... lo aprovecha"

"Los criminales progresan por la indulgencia de la sociedad"

"El hombre no se ha dado cuenta de que la felicidad esta en el -Yo soy-; y no en el, -Yo tengo-."

"Los débiles se rompen en pedazos, los fuertes destruyen lo que no se rompe, pero los más fuertes superan los valores que sirven para juzgar a los anteriores"

‎"La sociedad esta corrompida, no por sus vicios, sino por su ignorancia"

‎"Hay gente tan, pero tan ingenua, que cree que va a ser feliz teniendo pareja"

"No hay terapia más agresiva que aquella que quiere curar el alma: Gestalt"

"El ser humano vive en terapia una lucha constante entre crecer y conservarse; la eterna paradoja de la vida"

"Vivimos en la eterna paradoja de la vida, crecer o conservarnos; la mala noticia es que sólo puedes elegir un camino, la buena noticia es que para solucionar eso, esta la terapia"

"La vida es cambio, y el cambio es inevitable, pero ¿hacia dónde?; ¿al crecimiento o al deterioro?

“Muchos son los llamados, y pocos los elegidos, al final sólo están los que tengan que estar"

"La eficacia en la psicoterapia reside en la calidad de la relación terapéutica, ésta debe construirse a partir de la confianza, la fe en el paciente, su experiencia y en el proceso terapéutico”

"No hay nada mas contagioso que una buena idea"

"Todo asunto se concluye de una forma u otra, es por ello que no existen los asuntos inconclusos; es mejor llamarlos asuntos irracionalizados"

"Para vivir sólo hace falta ser un animal o un Dios, pero falta una tercera condición: hay que ser ambas cosas, es decir...un psicólogo"

“El psicólogo no debe apartar la vista de sí mismo, si en verdad quiere ver algo en el otro"

"La gente no va a terapia por dos cosas: Una: ignora de que se trata; Dos: teme a las cosas que puede descubrir y a tocar, las heridas más profundas de su ser"

"Prefiero tener enemigos sinceros, a tener amigos hipócritas"

"La eterna búsqueda de la felicidad se encuentra en alguno de estos grupos; en la búsqueda de placer, poder, saber, cumplir una misión o trascender"

"Muchos terapeutas gestálticos han sido ingenuos, incultos, y flojos frente a la cantidad de trabajo intelectual que se requiere para construir un sistema teórico completo. Es lamentable que estos mal llamados terapeutas insistan en sólo reproducir ejercicios y técnicas, como si eso fuera Gestalt"

"La terapia no es para quien la necesita...sino para quien la quiera"

"La intencionalidad emerge de la fusión de horizontes de paciente y terapeuta; una figura co-creada en la situación del campo"

"Es interesante como el hombre sigue apostando toda su fe y su fuerza en las cosas que existen fuera de él, sin darse cuenta que la fuerza que tanto busca está dentro de sí mismo"

"Un buen terapeuta es aquel que no sólo se encuentra comprometido con el proceso dialogal en psicoterapia, sino que a su vez demuestra interés con su honestidad y no con su suavidad"

"La psicología tal como yo la entiendo y he sentido hasta ahora, significa vivir voluntariamente buscando todo lo extraño y cuestionable que exista, todo lo prohibido por la moralidad. ¡Cuánto de lo que se siente puede vivir dentro de nosotros!"

"Poca gente entiende la labor del terapeuta, no comprenden nuestra frustración, alegría, miedo y tristezas cuando estamos con un cliente, es por eso que a veces nos sentimos tan solos"

“En esta vida pretendes ser idiota o lo eres"

"Si no fuera porque los valores supremos residen en el alma, la psicología no me interesaría en lo más mínimo, el alma, no sería entonces más que un miserable y mundano vapor"

"De que se trata la co-creación de intencionalidades: Se trata de poner en palabras lo que el terapeuta puede identificar de su experiencia con respecto al impacto del paciente durante la situación"

"Los psicoterapeutas y psicólogos pertenecemos al linaje de los curanderos, magos, y chamanes; tenemos el privilegio de ser los herederos de estos antiguos arquetipos y debemos estar orgullosos de esto"

“La terapia Gestalt busca la comprensión mediante la presencia activa del terapeuta y del paciente en una relación basada en: el contacto, el dialogo y la fenomenología existencial"

"El único objetivo en la existencia del hombre tendría que ser la constante superación de la vida, pasar de ser un simple humano a un Dios"

‎"Los terapeutas somos invitados por los pacientes, con nuestra presencia, no a colocarnos como expertos, sino como curiosos, como intrigados, y también expuestos dialógicamente a la subjetividad del otro"

"Me siento afortunado, comprometido y agradecido de acompañar en procesos terapéuticos tanto hombres como mujeres que confían en mí lo más profundamente significativo de toda su experiencia"

"El sabio tiene los ojos abiertos; el necio camina en la tinieblas"

"Prefiero confiar solamente en mi, que desconfiar de los demás"

"La neurosis es la fijación de un pasado inmutable y de un futuro inalcanzable"

"La maravilla de la terapia es navegar en un mar de incertidumbre, y llegar a pequeñas islas de certeza"

"El saber del terapeuta no está solamente en la teoría por aplicar, sino en la experiencia de la realidad"

"En terapia se toca la vergüenza, en el confesionario se toca la culpa....prefiero la terapia."

"No son esclavos los que han sido privados de su libertad, sino quienes renuncian voluntariamente a ella"

"La ignorancia te puede frenar, el conocimiento te puede liberar"

"En ocasiones lastimamos a los demás con lo que nos causa dolor a nosotros mismos"

"El idiota que reconoce su idiotez puede ser sabio. Pero un idiota que se cree sabio es, en verdad, un idiota"

“Sabios son aquellos que dominan el cuerpo, la palabra y la mente. Ellos son los verdaderos maestros.”

"No hay nada mas revolucionario que dudar, porque dudar implica pensar y el que no piensa se conforma con lo que le dan"

lunes, 16 de mayo de 2011

SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN

Desde hace algunas décadas hasta la actualidad, es decir en esta época postmoderna, la humanidad se ha jactado de los avances en la ciencia y la tecnología; se ha comparado, incluso, con la época del renacimiento. Lo cierto es que, en efecto, la humanidad ha dado saltos impresionantes en cuanto ciencia y tecnología se trata, además, todo apunta en que continuará creciendo de este modo.

Nos alabamos de los alcances hechos en los diferentes campos de la ciencia y en las aplicaciones de la misma; sin embargo, si analizamos más de cerca este fenómeno, el éxito de estos avances es de algunos cuantos, no de la humanidad entera, es decir, el resto de la sociedad es quien goza de esto, pero no fue toda la sociedad quien, en un esfuerzo de superación y creación, lo ha alcanzado.

En este momento quiero hacer una distinción muy clara y especifica de dos tipos de sociedades; la sociedad del conocimiento y la sociedad  de la información. La distinción es más con fines pedagógicos, en principio, que con fines de confrontación.

Una sociedad productora de conocimiento es aquella que fomenta la investigación en sus habitantes, que su sistema educativo está estructurado de tal forma que el estudiante tenga una mentalidad proactiva, es decir, que pretenda conocer, investigar, curiosear en la realidad, no con un fin de lucro económico, sino en pro de la sociedad que lo ha desarrollado. Una sociedad que no desea que el individuo se inserte, al concluir sus estudios, como pueda, en una empresa ajena a él. Una sociedad donde los emprendedores y sus proyectos son apoyados, porque conocen el beneficio que se genera en la creación de empleos y en el desarrollo de nuevas tecnologías, porque confía en las ideas de sus habitantes, por eso son apoyados estos proyectos. Una sociedad donde no sólo se conforma con lo que lee, sino que también crea y produce su propio material de lectura. Una sociedad que genera gente pensante.

Por otro lado, existe un segundo tipo de sociedad, la sociedad consumidora de información. Esta sociedad, cabe destacar que me es muy familiar, ya que existo en ella; es una sociedad que no genera su propio conocimiento, como la anterior, es un tipo de sociedad que integra lo ya hecho, que utiliza los avances en ciencia y tecnología de la sociedad que produce conocimiento, adapta sus modas, sus estilos, sigue sus patrones conductuales, lee lo que otro escribió, y copia muchas cosas de lo que la primer sociedad desarrolló. Cabe decir que el modelo educativo dista mucho de la primera, o en el mejor de los casos, pretende imitarlo y adaptarlo; es una sociedad en donde la investigación e innovación en la ciencia y la tecnología no es lo importante,  es una sociedad donde se capacitan estudiantes para las labores autómatas para su misma sociedad, donde pretende enseñar habilidades, más que conocimientos. Una sociedad donde en las universidades, los proyectos de investigación son almacenados en sitios donde jamás serán revisados y mucho menos aplicados, donde las universidades tienen por prioridad transmitir información de generación en generación y donde el cuestionamiento o la duda es más similar al pecado, que a la curiosidad intelectual. Una sociedad donde la lectura se fomenta y se practica, pero no se critica ni se cuestiona, menos aun se fomenta la escritura. Una sociedad donde los emprendedores son sólo soñadores sin futuro y sus proyectos son mal vistos y menos apoyados, por la miope perspectiva de creer que proyectos así nunca llegaran a ser “Apple”, “Microsoft”, “Times”, “CNN” o “Nissan”.

Latinoamérica y en especifico México, forman parte de una sociedad como la anterior, donde increíblemente existen prioridades que están alejadas del desarrollo social y la educación. En mi opinión, existen tres pilares que harían crecer a este país, hacerlo emerger de su retrogrado desarrollo: Identidad, Líderes, y Educación. Una sociedad sin estos tres pilares es más parecida a una manada que a una sociedad; y justamente me centrare, inicialmente, en la educación como una de las apuestas más grandes que se debe hacer para no caer en un deterioro crónico y degenerativo.

Consumir información, carece de sentido, es verdad que el gobierno ha hecho programas para fomentar la lectura y otros proyectos más; se cree que México es un país en donde la gente no lee, y sin embargo quiero decir que es todo lo contrario, es un país que, en  efecto tiene una conciencia de la lectura, aunque cabe decir que no es lectura del todo de calidad, pero se lee. Ese no es el problema, la dificultad está en que lo que se lee no trasciende, se traga lo que leyó, se acepta sin cuestión y se hace propio. Este fenómeno de la lectura sucede de igual manera con otras situaciones, como la tecnología, los paradigmas intelectuales, las artes entre otros.

Pero este no sólo es un problema socio-político, como suele atribuírsele, tiene su responsabilidad y es muy clara, pero también es un problema individual, porque nos hemos educado bajo un régimen paternalista donde todas nuestras dificultades, miserias y carencias tienen que ser resueltas por el “papá” gobierno, y nunca volteamos la mirada hacia nosotros y nos preguntamos ¿Qué hago por mi bienestar? ¿Qué hago por mi sociedad? O como impacto en ella.

Escasamente nos han enseñado que influimos en nuestra sociedad y menos aun en cómo es que influimos; vivimos esperando de afuera que nos enseñen y que nos digan que hacer, que decir, que creer y  en que pensar. Vivimos en una sociedad que cree que lo que hace nunca es suficiente, o es inferior.

Este país necesita pensar, necesita salir de todo aquello que distrae a los ciudadanos y lo atrapa en la estupidez; con esto último me refiero, por ejemplo, a los medios de comunicación, a los falsos y mediocres líderes, a la precaria educación nos ha brindado el sistema, a la débil y heterogénea identidad que se han atribuido y que lamentablemente han aceptado sin decir absolutamente nada.

En los medios de comunicación se trabaja para idiotizar a las personas, esto en todo el mundo, pero en especial en México y Latinoamérica; el poder a través de los medios de comunicación, intenta colonizar la subjetividad del individuo con el espectáculo infinito de la estupidez.  Los mediocres líderes que intentan dirigir a toda la somnolienta masa de personas, fomentando falsos valores y una moral decadente. Una identidad brumosa donde no se sabe quién es quién, ni a donde pertenece, donde la mezcla de pseudo-identidades ha generado más que una aleación, ha generado una frágil estructura cultural. Todo esto, aunado a una educación insípida y con varios siglos de retraso, carente de sentido de desarrollo social e intelectual, que enseña a callar y escuchar, a leer y no escribir, a actuar automáticamente y no pensar.

Pienso ahora en dos posibles soluciones, no quiero caer en una crítica vacía, posibilidades, que pueden apoyar en el rompimiento de este esquema viciado. Uno, y muy simple, es apagar la televisión, y la televisión es la manera simbólica de apagar lo que nos idiotiza y no nos permite pensar,  adueñarnos de nuestra vida, desarrollar una conciencia crítica de lo que sucede y de lo que me ocurre en esta situación de realidad, como soy influido, y mejor aun, como es que influyo en el mundo, cada quien puede elegir su distractor y apagarlo. Otra solución es escribir; leer es sano, funcional y educativo, pero es una actividad en parte pasiva. Escribir implica convertirse en autor de mi historia, en testigo de mi realidad, me concedo una voz, que antes estaba callada o querían silenciar. La puerta está abierta y detrás de ella hay aun más posibilidades de lograr rescatar nuestra sociedad.

Solo así dejaremos de ser una sociedad pasiva y receptiva de lo que otros, afuera, nos presten o quieran compartir, dejaremos de consumir información, de tragar todo lo que nos dan y empezaremos a desarrollar y producir nuestro propio conocimiento, nuestra propia historia, identidad, creencias, ideas y pensamientos que son tan valiosos e importantes como nuestro lugar en el mundo.

viernes, 6 de mayo de 2011

TAXONOMÍA HUMANA

Los acontecimientos recientes a nivel mundial me han hecho reflexionar sobre la naturaleza humana; siendo psicólogo y analista social aficionado, me es imprescindible observar al hombre contemporáneo y sus acciones vigentes en el mundo. En realidad no sólo sus últimas acciones porque es imposible verlas sin tener un fondo histórico-evolutivo, una visión pretérita que soporte estas acciones; no sin antes olvidar que el presente es lo que existe y lo que me interesa analizar. Por tanto, pasado y presente pueden  auxiliarme en la estructura de esta reflexión.

El ser humano es un ente intrigante, está tan lleno de misterios que nunca dejaran de asombrarme, sin embargo es también un ser predecible y en ocasiones hasta aburrido. Esta mezcla de complejidad y simpleza es lo que me interesa; pero antes de continuar con esta serie de ideas, quiero advertir al lector, que a pesar del párrafo anterior, un párrafo matizado de una ideología romántica, el resto del artículo dista mucho de esta idea.

A pesar de tener esta naturaleza hibrida –simple y compleja- del ser humano no es la única especie en el planeta con estas características. En un principio, cuando doy volteo la mirada al el ser humano y sus circunstancias, creía que, en efecto, es un ser único y especial, pero con el paso del tiempo, mi percepción fue modificándose.

Existen seres excepcionales en la tierra por sus habilidades y capacidades, criaturas que superan al hombre en muchos planos; la capacidad de volar de la mayoría de las aves, visión nocturna, respirar bajo el agua, camuflaje, garras, fuerza y velocidad superior a la humana entre muchas otras cosas. Es verdad que el hombre no tiene por su propia naturaleza estas capacidades, y es también verdad que el hombre las ha podido obtener de otras formas por su ingenio; vuela sin tener alas propias, construye maquinas que hacen el trabajo pesado por él, arma vehículos que son más rápidos que cualquier especie en este planeta, e instrumentos que le permiten ver en la obscuridad, observar mundos microscópicos y otros planetas.

Las habilidades y las capacidades de las especies nos distinguen, pero hay algo que nos articula en términos de similitudes, y se trata del comportamiento. Patrones simples o complejos de acciones que homogenizan a las especies; un ejemplo son las manadas,  los animales que se organizan bajo este comportamiento se unen para protegerse, reaccionan todos al mismo tiempo ante un peligro y migran a lugares donde las condiciones son más favorables.

El hombre, a pesar de todo, -es decir-, de su supuesta inteligencia e ingenio, también es un animal, y como animal se rige bajo comportamientos que evolutivamente e instintivamente posee; por lo tanto no es la excepción. Menciono un poco la supuesta y sobrevaluada inteligencia del ser humano, porque creo fenómenos como el caos financiero, las crisis ambientales, la violencia, los medios de comunicación mediocres, la precaria política y el escaso desarrollo humano que existe, y ha existido, no refleja la “racionalidad humana”.

Y esto es lo que me trae nuevamente de vuelta con lo que inicié escribiendo la introducción de este articulo, los acontecimientos contemporáneos. Es sorprendente creer que el hombre a pesar de tener toda esta supuesta capacidad científica y tecnológica, además de tener el potencial de construir y modificar cosas, no pueda darle solución a estos problemas que acontecen. Quiero acotar en este párrafo una definición que he venido ensamblando sobre la inteligencia, esto con el fin de contrastarla con la idea de las acciones que ha venido realizando el hombre; defino la inteligencia como la capacidad de resolver problemas de manera efectiva, eficiente y funcional, así como, la adaptación de elementos del campo a la futura solución del problema.

Que quiere decir esto, la capacidad de resolver problemas la poseen todas las especies en el planeta, unos en mayor o menor grado, por ejemplo, cuando hace frio, algunas especies se juntan entre sí para brindarse calor, otros buscan refugio, otros incluso tienen la capacidad de hibernar, algunas especies tienen en su sangre un anticongelante natural que les permite, si llega a bajar la temperatura hasta el punto de congelación, quedar congeladas esperando que llegue la primavera o un tiempo favorable; el hombre, descubrió el fuego.

Eso es resolver problemas, porque implica una solución efectiva, funcional, eficiente; pero también mi definición dice que la inteligencia está relacionada con la adaptación, y con el ejemplo anterior, las especies se adaptan al medio, o al campo, tomando los elementos que en él existen; si alguna especie no se adapta, muere; a esto se le llama selección natural.

Es aquí donde el ser humano destaca, porque en efecto, el ser humano no se adapta, él adapta el medio para sí mismo, esto es lo que curiosamente hemos llamado inteligencia. El no adaptarse y adaptar el medio para su beneficio implica, modificar el campo, consumir lo que existe, destruir los recursos naturales, reproducirse sin control, explotar el hábitat, y cuando finalmente ha acabado con lo que había, se va a otra parte. Ese es un comportamiento muy característico que ha venido realizando el ser humano, hasta incluso, casi terminarse el planeta. Solo hay dos especies en este planeta con ese comportamiento, una es el ser humano, la otra, el virus.

El virus es una especie que tiene exactamente el mismo patrón de comportamiento, se instala en una célula, la invade, la consume, se multiplica, la destruye y se va a otra célula a realizar lo mismo. ¿Suena familiar? El hombre más que la especie dominante en este planeta, el ser racional y único, es una enfermedad; es por esto que advertía que la concepción romántica e idealista del ser humano que hemos tenido, es en ocasiones falsa y fuera de la realidad. El hombre es el ser más irracional que ha existido en la tierra, por generar los fenómenos contemporáneos, toda la destrucción, el caos, las guerras, el cambio climático, la devastación de hábitats, la extinción de especies, el hambre, la pobreza. Su aniquilación no sólo pertenece al ámbito natural, también los fenómenos sociales como, la educación, la discriminación, la economía y la política son afectadas por esa crónica estupidez que desgraciadamente ha ido perfeccionando.

Es fácil señalarlo así, con una postura exenta, fuera de la situación, sin embargo es imposible, porque tanto me afecta, como yo afecto y contribuyo a esas condiciones, también soy un consumidor, habito en un medio y utilizo sus recursos; pero también intento ayudar al planeta, ¿cómo?, reciclando por ejemplo, escribiendo, cuando doy clase; lo que importa es que cualquier acción, por mínima que parezca, si es para mejorar y cambiar al planeta es útil, la idea es dejar de ser una enfermedad para este mundo.