jueves, 29 de diciembre de 2011

GRACIAS

Pedir es un acto que mucha gente realiza cotidianamente; la gente pide y suplica por aquello que quiere, que necesita o desea; pedir es un acto común que se aprende y se enseña desde muy temprana edad en la familia, la religión, con los amigos y en los medios; todos ellos son los encargados de que enseñar a pedir. Se le pide a los padres, a Dios, al gobierno, se pide en la escuela, en las calles y en casi todos los lugares y circunstancias.

Sin embargo, la aparente contraparte de pedir, el agradecer, pertenece a una dimensión diferente; parecería irónico que amabas situaciones, pedir y agradecer, no estén del todo conectadas, al menos en esta sociedad. En este punto no quisiera generalizar, porque sé que existen personas que, en efecto, agradecen después de haber pedido, sin embargo, por lo que me ha tocado ver, esta situación es escasa.

Porqué escribir un artículo que hable sobre el agradecimiento, bueno, porque en primer lugar he aprendido algunas cosas en la última parte de este año que tienen origen precisamente con la gratitud y en segundo lugar, me parece sensato compartir aquello que, por lo menos en lo que he vivido, ha sido benéfico; además de que puede ser de ayuda para alguna persona que muestre interés o simple curiosidad en el asunto.

Retomando la idea de que pedir es simple y no implica mayor esfuerzo, la gratitud es diferente, porque dar las gracias implica, asombrosamente, un esfuerzo, por distintas circunstancias, que son complicadas de analizar en un sólo artículo, pero entre ellas puede encontrarse la vergüenza, la falta de costumbre o la creencia de no merecer las cosas que se obtienen; no obstante, pocas veces se agradece por aquello que se tiene, se hace o se recibe, excepto claro, por las cosas que son de agrado o que generan algún beneficio. Justo aquí es donde comienza la parte interesante, porque agradecer por aquello que es agradable o benéfico no presenta complicación alguna.

Mi experiencia se basa en la simple y sencilla expresión de la gratitud por la vida, es decir, dar las gracias por lo que tienes, por lo que no tienes, por quien eres, por quien no eres, por lo que crees y por lo que aun no crees. Agradecer cada situación y experiencia que vives, aun si estas situaciones  son desagradables, tristes, complicadas, injustas o intolerables.

Somos, en gran medida, los protagonistas y responsables de nuestras vidas, de lo que nos sucede, de lo que perdemos o encontramos, de lo que hacemos o dejamos de hacer. Culpar a otros de nuestras desgracias es simple y en ocasiones hasta tranquilizador, pero asumir la responsabilidad de nuestra vida es algo que no se ve muy a menudo.

Eres tu el que vive la vida y en ese sentido, agradecer por la experiencia que estás viviendo no me parece, al menos desde mi perspectiva, algo forzado o difícil de hacer ¿Por qué no agradecer por ello?

Independientemente de las creencias que tengas, es tu vida y son tus circunstancias las que experimentas a diario; agradecer el simple hecho de estar vivo, de tener o no capacidades, actitudes, logros y fracasos, de tener posesiones y tener carencias.

No es una formula milagrosa, no es un secreto, es una actitud y quiero compartirla contigo, no es una garantía la que te ofrezco ni una fórmula, es mi vivencia y por esta he aprendido demaciadas cosas; agradecer antes que pedir me ha permitido aceptar muchas cosas con las cuales había estado peleado y me ha permitido aprender de errores y fallas.

Al final tú eliges el camino que quieras darle a tu vida y la actitud con la que la quieres vivir; yo elijo iniciar y terminar mi día con un “Gracias”, mi oración, mi mantra, mi saludo y mi despedida.

Te agradezco por haberme leído en este año; quiero que encuentres aquello que estas buscando, que logres aquello que anhelas y que dejes aquello que te daña.

“Gracias a Dios y a la vida por darme justo lo que necesito, no más y no menos, por estar en este mundo y aprender lo que tenga que aprender.

Gracias  a mi familia, por estar justo en el momento y en el lugar que tienen que estar, por apoyarme y no empujarme, por quererme y no asfixiarme, por estar a mi lado y no invadirme, por cuidarme y no sobreprotegerme,  por amarme y aceptarme”



GRACIAS