miércoles, 20 de abril de 2011

TERAPIARTE

Cuando decidí estudiar psicología no era consciente de los alcances que podía brindarme la carrera, pensaba que me complementaba, y lo hace, en un sentido profesional, brindándome conocimientos que no sólo puedo aplicarlos con la gente que trabajo, también me llegó a complementar más allá, dándome un sentido y una filosofía de vida.

Esta última idea ha sido generadora de polémica entre la gente que me rodea, hay gente que piensa que no puedo ser psicólogo siempre o de veinticuatro horas, que no puedo ir por la vida siendo psicólogo, porque la psicología es una profesión y no un estilo de vida; en cambio hay gente que piensa, como yo pienso, que la psicología es una filosofía de vida, un forma de experimentar la realidad, no quiero meterme con otras profesiones porque sería avanzar en un terreno que por ahora no quiero caminar, sin embargo la idea de ser y vivir como psicólogo a llegado a ser más que una idea, y convertirse en una realidad.

Los párrafos anteriores me ayudan a sostener a que me refiero con “terapiarte”, no sólo me convertí en psicólogo, sino que además, me convertí en psicoterapeuta; me especialicé en esta profesión, -como la nombre al inicio- y que ahora decido llamar “arte”. La psicoterapia, salvo la opinión de otros, es un arte más que una profesión; requiere de muchos elementos por parte del terapeuta, elementos que pueden ser de carácter empírico, racional, y hasta genético; imagino que estos tres elementos convergen en la persona para convertirse en artista de la terapia.

Todo arte requiere de uno o varios elementos para producirse; el músico sus instrumentos piano, violín, guitarra; el pintor sus lienzos, pinturas, pinceles; el escultor la materia a esculpir, cinceles, lijas; y así podríamos continuar; la terapia no es diferente, salvo que el elemento que utilizamos para generar arte es el terapeuta mismo, su propio cuerpo; así como el músico debe afinar su instrumento para dar una nota limpia y del tono adecuado, el terapeuta debe afinar su cuerpo, sus sentidos, para la terapia.

Decido analizar la psicoterapia haciendo a una comparación con el arte, dándome cuenta que así como el arte y la terapia no son tan diferentes, tampoco las formas de terapia y las formas arte lo son.
Existen terapeutas que se dedican a escuchar a su paciente, que le ponen mucha atención al relato de sus vidas, terapeutas psicoanalistas que les interesa escuchar, y a veces hablar; lo comparo con el músico que escucha, que se deleita con la organización, ritmo y tono de las notas musicales; el psicoanalista se deleita escuchando la voz del paciente.

Otros en cambio intentan descubrir que hay más allá de la superficie; son otro tipo de psicoanalistas que no sólo se conforman con escuchar la melodía del discurso del paciente, como lo hace el músico; son en cambio como los escultores que de un bloque frio y sin vida de una piedra logran descubrir la obra de arte que hay en su interior, como lo hacía Miguel Ángel; terapeutas que van quitando trozos completos del paciente que le sobran, lijan las asperezas para hacerlos suaves al tacto y tomen la forma de la obra que están descubriendo; o como escultores que moldean una masa inerte hasta darle una forma adecuada, armónica y estética, así algunos terapeutas moldean a sus pacientes, de tal manera que sean más estéticos, adecuados y funcionales.

El conductismo es una forma de terapia donde el comportamiento es el eje de trabajo; no todas las conductas son adaptativas ni funcionan en la sociedad, para eso está el conductista, para anexar, brindar y darle al paciente lo que le hace falta; es muy similar al pintor que de un lienzo en blanco hace emerger una pintura fantástica, tiene que agregar colores, formas, texturas, luces y sombras para que la pintura sea atractiva a la vista; del mismo modo el terapeuta agrega color al paciente, le da algo que antes no tenía, lo pinta de una forma espectacular.

Finalmente, existe otro tipo de psicoterapeutas que no agregan, esculpen, moldean o solamente escuchan; terapeutas que creen y aceptan que la obra de arte está frente a ellos, una maravilla que no le sobra ni le hace falta nada, terapeutas que interactúan con el paciente, bailan. Como la danza, en donde hay dos personas que se mueven de manera sutil, o de manera enérgica y dinámica, donde los bailarines se llegan a encontrar durante algunos instantes, o se alejan por momentos, una danza donde cada quien puede llevar su propio ritmo o donde también pueden bailar al mismo compás; los terapeutas Gestalt –humanistas- son los artistas que llevan la psicoterapia a este nivel, donde el momento de encuentro terapéutico es más una danza que una labor profesional.

La intención de la analogía del arte y la terapia no es hacer una distinción competitiva sino una ejemplificación atractiva; no significa que esté o no a favor de las diferentes corrientes terapéuticas, cada una ofrece desde sus marcos filosóficos y teóricos un visión del ser humano y una forma de abordarlo; al final todas las corrientes con sus estilos particulares convergen en un solo objetivo, acompañar al ser humano en el apoderamiento de su propia vida. En el arte y la terapia cada quien tiene su estilo, su técnica, su manera de interpretar la realidad y su forma de expresarla; así, como cada uno de nosotros tenemos un gusto particular por el arte, las diferentes formas de terapia también están dirigidas a necesidades particulares.

5 comentarios:

  1. Muuuyyy cierto y muy buena tu analogía de la terapia y las artes!! Muy chida la entrada German y creativa! Coincido contigo en que la psicología no solamente es una profesión sino todo un estilo de vida, te cambia horizontes, pensamientos y vivencias!! Aquel que estudie psicología y no cambie en nada es porque no lo está haciendo enserio!

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  2. Estoy de acuerdo en que la terapia no es sólo una metodología para trabajar en el consultorio, que es un arte y una filosofía de vida. Pero uno puede aplicar la filosofía de la gestalt o del humanismo en la vida sin tener que estar "reflejando" todo el tiempo al otro como si fuera nuestro paciente, no sé, no puedo explicarlo claramente, pero creo que, en mi caso, he aprendido a quitarme el "traje de terapeuta" cuando estoy con mis amigos, sin dejar de ser auténticos. ¿Cómo lo hago? tal vez viéndolos a ellos, reconociendo sus deseos y necesidad de estar con el amigo y no con el terapeuta... lo curioso es que también en el consultorio me convierto en amigo, y ahí tengo que tomar en cuenta la necesidad de mis pacientes que buscan al terapeuta.

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  3. Yo lo que creo es que la terapia son técnicas basadas en una metología científica, que te dan una referencia, pero por el simple hecho que un ser animado- pensante, tienes que tener la creatividad,y sensibilidad de como llegarle a tu paciente, es por ello que se dicen que un arte y una filosofia, por lo tanto estoy de acuerdo

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  4. woooww..!!! sabia q la espera valdria la pena...en verdad es exelente este articulo...!!!...jejejej... ya se pudo publikar mi coment...!!!saluditos ... se le extraña... =)

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  5. Compadre: Me parece una visión bastante romántica. El arte no requiere en sí mismo de método, sino de técnica. Son dos cosas distintas. Ahora bien, si el musico se dedica a escuchar se convierte en espectador y deja de ser artista...

    Me gustó cómo empezaste con aquello de "Filosofía de vida", veo q cada vez te acercas más a la iluminación... sigue por ese camino. Saludos.

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