lunes, 11 de abril de 2011

SÓLO AMOR

Entender teóricamente el concepto de amor es complejo y discutible, sin embargo me resulta más interesante hablarlo de manera empírica más que racional; intentare proponer una concepto de amor como una experiencia libre de impurezas morales, sin categorías, jerarquías o clasificaciones; un estado imparcial, único y dinámico.
La palabra amor es una de las más usadas históricamente, con ella se han justificado tanto las más grandes atrocidades sociales, como los actos más solidarios de la humanidad. Poetas, sacerdotes, lideres, sabios, dictadores, músicos, escritores; todos ellos hablan o han hablado del amor; aunque todos, o la mayoría, no lo entienda. Es verdad que definir este concepto es atrevido y complicado, pero al mismo tiempo me resulta desafiante dar una definición personal. Quiero aclarar, en esta postura, el amor eterno, verdadero y trascendente, el amor ilimitado de las novelas románticas, canciones, poemas, sonatas o todo aquello que pueda llegar a parecerse; eso es sólo un comercial propuesto por la mercadotecnia; menos aun me referiré al amor como un sentimiento sublime y reservado para unos pocos; tampoco creo que pueda ser llevado a la exclusividad de un momento de la vida frente a una sola y única persona.
El amor al que pretendo conducirlos es al amor del día a día, como un sentimiento posible y cotidiano al que nos referimos cuando sentimos que queremos mucho a alguien. Con “querer” me refiero al interés del bienestar de otra persona; sólo entonces será fácil entender que es lo que estoy proponiendo. Animarnos a sentir con honestidad y verdadero interés lo que le suceda a otros, un hijo, una madre, un padre, un amigo, un vecino, una pareja, alguien fugaz, o alguien totalmente desconocido (aunque este último es complicado para amar, ya que también creo que no se puede amar lo que no se conoce).
Estoy convencido de que para llegar a este punto, es importante que seamos capaces de cosechar por lo menos una relación con alguien que no sólo sea importante para nosotros, sino que también consiga hacernos saber que  somos importantes para la otra persona. Amar a alguien significa, que la persona que amamos celebre nuestros logros, quiera acompañarnos en los momentos fáciles y difíciles, que sea capaz de respetar nuestros tiempos, nuestras elecciones, que disfrute de nuestra compañía sin pretender ponernos en una lista de posesiones, alguien con quien nos sigamos sintiendo queridos aun en los desacuerdos, incluso alguien que decida dejarnos para continuar su propio camino. Es posible que filósofos, pensadores, religiosos, terapeutas y muchos más tengan una definición de lo que es el amor, por el contrario, prefiero pensar y creer en una definición empírica y personal:

“El amor es el sentimiento de regocijo y alegría que tenemos ante la existencia de la persona amada.”

El amor es la disposición sincera de estar con otra persona en un espacio libre; tan libre que la otra persona pueda decidir lo que quiera hacer con su vida, con sus sentimientos, pensamientos y elecciones, aún cuando no nos encontremos incluidos e estas elecciones.
Creo que la complejidad del tópico se encierra en la simplicidad del mismo; el sentimiento o conjunto  de sentimientos que se denominan como amor, sólo se pueden explicar cuando se experimentan sin olvidar incluir la libertad.
La libertad me ayuda a explicar el amor de mejor manera, incluso me atrevo a unirlos de tal forma que al hablar de amor este hablando explícitamente de libertad.  Por otro lado, uno de los riesgos que se corren al definir, explicar, o comentar el amor, es confundirlos con el apego o la dependencia; porque en ocasiones pueden confundirse y generar distancia de la maravilla del sentimiento en su verdadera esencia; cuando creemos que amamos a alguien por estar o querer estar con el otro siempre, la consecuencia, en ocasiones, podría terminar por evadir al otro; sin embargo esta es otra historia. Mi propuesta está en dejarnos sentir el amor libre, evitar la clasificación, las denominaciones, los nombramientos sociales, la posesión, la cosificación, "sólo amor". Dejarse amar, sin convertir la experiencia en una obligación, sino en una experiencia novedosa y de calidad.

1 comentario:

  1. q buen articulo profe... pero seguire esperando q publique el de arte... !!!!!

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